Breves lapsos de tiempo se atesoran 
en la estable marea de la vida, 
cuando no trunca el río su crecida 
hacia esas aguas que lo enamoran. 
Es una ola el lugar de la partida 
donde juegan aquellos que se ignoran, 
y con puños la espuma rememoran 
como dados que ciernen una herida. 
Camino del océano va luna, 
desprendida la noche de su amante, 
iluminando a muerte y a locura. 
Sin entrañas, sin sangre, sin ventura 
y con el porvenir espeluznante 
transita en cada mar hacia la cuna. 
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Autora:Teresa Domingo Català

