lunes, 10 de diciembre de 2012
lunes, 22 de octubre de 2012
Sin titulo, solo leer
 Estan persistente, tan deprimente, tan real , la crisis que hace mucho tiempo que no tengo ganas ni de escribir aqui mis sensaciones, recibí este correo de una amiga y me pareció bastante ilustrativo.....
¡¡RECOMIENDO LEER EL ARTICULO SIN 
SALTARSE UNA COMA!!
 ¿Quiénes son los 
pobres? Los nietos de los ricos. Aforismo castellano
 Cuando analizas lo que ocurre en una 
empresa o una sociedad, debes buscar las causas que provocan su situación, 
porque sólo trabajando sobre las causas, puedes cambiar los efectos. Y no tengo 
ninguna duda de que una de las principales causas de la prosperidad que vivimos 
en los años pasados fue la actitud de la generación de nuestros padres, y una de 
las principales causas de la crisis, es haber perdido esa 
actitud.
 Recuerdo que hace años, un 
empresario brillante que viajó a China para hacer negocios, me comentaba: China 
va a ser imparable. Cuando llegas allí el ambiente te recuerda la España de los 
años 70. Todo el mundo quiere trabajar mucho, ahorrar, comprarse su casa, su 
coche, que sus hijos vayan a la universidad… Cuando una generación está así 
centrada, no hay quien la pare Este pensamiento me hizo 
reflexionar entonces y me ha vuelto a la memoria al contemplar a las tres 
generaciones que convivimos.
 Mis padres tienen en torno a 70 
años, y siempre han sido un ejemplo de trabajo, honradez, austeridad, previsión 
y generosidad. Pertenecen a una generación que, como dice mi 
padre, les tocó el peor cambio: de jóvenes trabajaron para sus padres y de 
casados para sus hijos.
 Son gente que veían el trabajo como 
una oportunidad de progresar, como algo que les abría a un futuro mejor, y se 
entregaron a ello en condiciones muy difíciles. Son una generación que compraba 
las cosas cuando podía y del nivel que se podía permitir, que no pedía prestado 
más que por estricta necesidad, que pagaban sus facturas con celo, y ahorraban 
un poco por si pasaba algo, que gastaban en ropa y lujos lo que la prudencia les 
dictaba y se bañaban en ríos cercanos, disfrutando de tortillas de patata y 
embutidos, en domingos veraniegos de familia y amigos.
 Y tan sensatos, prudentes y 
trabajadores fueron, que constituyeron casi todas las empresas que hoy 
conocemos, y que dan trabajo a la mayoría de los españoles.
Sabían que el esfuerzo tenía 
recompensa y la honradez formaba parte del patrimonio de cada familia. Se podía 
ser pobre, pero nunca dejar de ser honrado.
 La democracia significaba libertad y 
posibilidades y seguir viviendo en armonía y respeto.
 Y cometieron los dos peores errores 
imputables a esa generación:
 1) Que mis hijos no trabajen tanto 
como trabajé yo. Nos cargamos la cultura del esfuerzo y del mérito de un 
plumazo, convirtiendo el trabajo en algo a evitar.
 2) Como tenemos unos ahorrillos, 
hijo, tu gasta, que para eso están tus padres. Con lo que mi generación empezó a 
pensar que el dinero nacía en las cuentas corrientes de sus padres, que daban la 
impresión de ser inagotables y que los bancos eran unas fuentes inagotables de 
hipotecas, rehipotecas y contrarrehipotecas
Y entonces, eclosionó nuestra 
generación (yo soy del 67). La generación de los nuevos ricos, la generación de 
los pelotazos, del gasto continuo, de la especulación, de la ingeniería 
financiera, de la exhibición del derroche, la de lo quiero todo y lo quiero ya, 
la de papá dame.
 Y todos nos volvimos ricos (en 
apariencia), todos nos convertimos en gastro-horteras. ¿Conocéis a alguien que 
se atreva a comer un bocata de chorizo? Le corren a gorrazos por paleto. Ahora 
hay que comer hamburguesas deconstruidas al aroma de los almendros al atardecer. 
¿Y qué decir del vino? Pasamos del Don Simón con Casera, al Vega 
Sicilia sin fase de descompresión. El vino ya no está bueno, ahora tiene matices 
a fruta del bosque, con un retrogusto alcohólico, que adolece de un cierto punto 
astringente, con demasiada presencia de roble. Esto, por supuesto, a golpe de 
docenas de euro, que para ser un enterao hay que pasar por taquilla. ¡Y es que 
pocas cosas cuestan tanto, como ocultar la ignorancia!
 Somos la generación de endeudarse 
para demostrar que eres rico.
 Increíble pero 
cierto.
 - ¿Sólo debes 500.000 ? Es que eres 
un cutre. Mira, nosotros debemos ya 2.000.000 y nos están estudiando una 
operación por otros 2 más.
 - Vosotros sí que sabéis sacar 
provecho al sistema… Ojalá yo algún día pueda deber esas cantidades. ¡Cuánto 
envidio tus préstamos!
 En Alemania no daban abasto a 
fabricar Mercedes, Audis, BMW para los españoles.
Irrumpió Europa en nuestras vidas y 
llegó en forma de mega infraestructuras que producían mega comisiones para todos 
los involucrados. ¡Viva el cazo! ¡Viva el yerno del Rey! ¡Que se besen los 
padrinos! Además llovían las subvenciones, nos daban una fortuna por plantar 
viñas y luego a los dos años otra fortuna por arrancarlas. Que llegaba un 
momento que no sabías si tenías que plantar o arrancar. A propósito, ¿Qué toca 
este año?
 Si algún tarao dice que hay que 
parar esto, se le lapida y que no pare la fiesta. 
Por supuesto que todos estamos de acuerdo que esto es 
imposible que se sostenga, pero hay que empezar a recortar por el vecino, que lo 
mío son todo derechos esculpidos en piedra en la sacrosanta 
constitución.
De la siguiente generación mejor no 
hablar (lo dejaré para otro post). Esa es la generación que dice el aforismo que 
será pobre, por ser nieta de ricos.
 Si somos incapaces de volver a los 
valores con los que se construye una sociedad sostenible, nos hundiremos, eso 
sí, cargados de reivindicaciones.
 En mi casa siempre he tenido un 
ejemplo vivo de cordura, honradez y esfuerzo. Y no han sido menos felices que 
nosotros. Los psiquiatras, de hecho, dicen que al revés, que han sido bastante 
más. Debe ser que la sencilla tortilla, el melón fresquito, comprar el sofá 
cuando se podía, poner las cortinas cosidas por nuestra madre, con ayuda de la 
abuela, trabajar y echarle huevos para emprender (aunque no lo llamaban así) no 
debía ser mala receta.
Desde aquí quiero dar las gracias a 
mis padres y a toda esa generación que nos regalaron un país cojonudo, que nos 
hemos encargado de arruinar (entre todos, que todos hemos aplaudido la locura), 
y que sólo con que nos descuidemos un poquito más, le vamos a dejar a nuestros 
hijos un protectorado chino, donde serán unos esclavos endeudados y tendrán unas 
historias legendarias sobre la prosperidad que crearon sus abuelos, empeñaron 
sus padres y son incapaces de imaginar los nietos.
 Estamos a tiempo de cambiarlo, pero 
cada vez tenemos menos. Podemos encontrar maestros en 
casa.
 Fernando Sánchez Salinero en la Casa 
del Libro
viernes, 7 de septiembre de 2012
martes, 29 de mayo de 2012
La belleza segun Vargas Llosa
Todas las flores del desierto están cerca de la luz.
Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la
calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y
sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de
vértigo. Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio o se
compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les gusta
y los labios de carmín de chino.
Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los
ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las
llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y
lloran sólo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al
viento.
Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden cuántas
patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas
de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a
olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que huelen a
mora y a caramelos de regaliz.
Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico, y
esperan al novio, ilusionadas, con vestidos de fresas. Y se ríen
libres de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un
beso.
Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las
sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la
espalda. Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a
carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los
grandes grupos.
Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni
lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que
te aman y las que amamos. Sólo hay que saber mirar más allá del
tipazo, de los ojazos, de las piernas torneadas, de los pechos de
vértigo. Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigos de la forma
y enemigos del alma. Vértigo de divas y llanto de princesas.
La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad...
Mario Vargas Llosa. Premio Nobel de Literatura 2010
martes, 22 de mayo de 2012
INTRODUCCIÓN A LAS FÁBULAS PARA ANIMALES
 Maravilloso poema de Angel González donde sutilmente refleja la calidad de los hombres, también de las mujeres,  en la calidad de nuestras obras, hay poca diferencia entre ambos sexos por desgracia, solo con mirar a quienes ostentan el poder; hombres, mujeres ( en minoria ,si)  pero son todos iguales, ambición, abuso de poder, mienten, manipulan.....no sigo que lloro, ¡ Que aprendan los animales !
INTRODUCCIÓN A LAS FÁBULAS PARA ANIMALES
De: Angel González
Durante muchos siglos
la costumbre fue ésta:
aleccionar al hombre con historias
a cargo de animales de voz docta,
de solemne ademán o astutas tretas,
tercos en la maldad y en la codicia
o necios como el ser al que glosaban.
La humanidad les debe
parte de su virtud y su sapiencia
a asnos y leones, ratas, cuervos,
zorros, osos, cigarras y otros bichos
que sirvieron de ejemplo y moraleja,
de estímulo también y de escarmiento
en las ajenas testas animales,
al imaginativo y sutil griego,
al severo romano, al refinado
europeo,
al hombre occidental, sin ir más lejos.
Hoy quiero —y perdonad la petulancia—
compensar tantos bienes recibidos
del gremio irracional
describiendo algún hecho sintomático,
algún matiz de la conducta humana
que acaso pueda ser educativo
para las aves y para los peces,
para los celentéreos y mamíferos,
dirigido lo mismo a las amebas
más simples
como a cualquier especie vertebrada.
Ya nuestra sociedad está madura,
ya el hombre dejá atrás la adolescencia
y en su vejez occidental bien puede
servir de ejemplo al perro
para que el perro sea
más perro,
y el zorro más traidor,
y el león más feroz y sanguinario,
y el asno como dicen que es el asno,
y el buey más inhibido y menos toro.
A toda bestia que pretenda
perfeccionarse como tal
—ya sea
con fines belicistas o pacíficos,
con miras financieras o teológicas,
o por amor al arte simplemente—
no cesaré de darle este consejo:
que observe al homo sapiens, y que aprenda.
lunes, 16 de abril de 2012
TIEMPO
TIEMPO
              1  
El beso que no te di se me ha vuelto estrella dentro...
¡Quién lo pudiera tornar
—y en tu boca...—otra vez beso!
              2  
Quién pudiera como el río ser fugitivo y eterno:
Partir, llegar, pasar siempre
y ser siempre el río fresco...
              3  
Es tarde para la rosa. Es pronto para el invierno.
Mi hora no está en el reloj...
¡Me quedé fuera del tiempo!...
              4  
Tarde, pronto, ayer perdido... mañana inlogrado, incierto
hoy... ¡Medidas que no pueden
fijar, sujetar un beso!...
              5  
Un kilómetro de luz, un gramo de pensamiento...
(De noche el reloj que late
es el corazón del tiempo...)
              6  
Voy a medirme el amor con una cinta de acero:
Una punta en la montaña
La otra... ¡clávala en el viento!
 ![]() Dulce María Loynaz de Castillo  | 
lunes, 2 de abril de 2012
Poema a Gloria Fuertes
|  Gloria Fuertes que estás en los cielos  Con el Dios del anciano del parque, con el Dios que tejiste en tus versos... Con el dios que te hizo payaso Gloria Fuertes que estás en los cielos... Gloria Fuertes que estás en los niños En los hombres y mujeres del pueblo. Gloria Fuertes que un mes de noviembre Te escapaste sin boli y cuaderno. Gloria Fuertes que estás donde Philips Donde Chelo, Asunción y otros muertos Gloria Fuertes que ya sabes todo Lo que pasa después del silencio Gloria Fuertes que estás en mi vida Te has llevado un buen trozo del pecho. Gloria Fuertes que estás donde sea.. No me basta la voz del recuerdo... Yo te quiero en tu casa y tus cosas Con un wiskhy un pitillo y un verso. ################################# (Noviembre, 1999)   Belén Reyes  | 
miércoles, 21 de marzo de 2012
Muerte de la conversación
Recibí de una amiga este artículo, no se quien lo escribió, pero reflexiona sobre algo que sucede muy a menudo, todos somos dependientes de las nuevas tecnologías, no es que yo las demonice, pero creo que hay que saber separar la "vida" de todas las maquinitas que tenemos.
LA MUERTE DE LA CONVERSACION
Acabo de leer en internet que a la entrada de algunos restaurantes
europeos les decomisan a los clientes sus teléfonos celulares.
Según la nota, se trata de una corriente de personas que busca
recobrar el placer de comer, beber y conversar sin que los ring tones
interrumpan, ni los comensales den vueltas como gatos entre las mesas
mientras hablan a gritos.
La noticia me produjo envidia de la buena. Personalmente, ya no
recuerdo lo que es sostener una conversación de corrido, larga y
profunda, bebiendo café o chocolate, sin que mi interlocutor me deje
con la palabra en la boca, porque suena su celular.
En ocasiones es peor. Hace poco estaba en una reunión de trabajo que
simplemente se disolvió porque tres de las cinco personas que
estábamos en la mesa empezaron a atender sus llamadas urgentes por
celular. Era un caos indescriptible de conversaciones al mismo tiempo.
Gracias al celular, la conversación se está convirtiendo en un esbozo
telegráfico que no llega a ningún lado. El teléfono se ha convertido
en un verdadero intruso. Cada vez es peor. Antes, la gente solía
buscar un rincón para hablar. Ahora se ha perdido el pudor. Todo el
mundo grita por su móvil, desde el lugar mismo en que se encuentra.
No niego las virtudes de la comunicación por celular. La velocidad,
el don de la ubicuidad que produce y por supuesto, la integración que
ha propiciado para muchos sectores antes al margen de la telefonía.
Pero me preocupa que mientras más nos comunicamos en la distancia,
menos nos hablamos cuando estamos cerca.
Me impresiona la dependencia que tenemos del teléfono. Preferimos
perder la cédula profesional que el móvil, pues con frecuencia, la
tarjeta sim funciona más que nuestra propia memoria. El celular más
que un instrumento, parece una extensión del cuerpo, y casi nadie
puede resistir la sensación de abandono y soledad cuando pasan las
horas y este no suena. Por eso quizá algunos nunca lo apagan. ¡Ni en
cine! He visto a más de uno contestar en voz baja para decir: "Estoy
en cine, ahora te llamo".
Es algo que por más que intento, no puedo entender. También puedo
percibir la sensación de desamparo que se produce en muchas personas
cuando las azafatas dicen en el avión que está a punto de despegar que
es hora de apagar los celulares. También he sido testigo de la
inquietud que se desata cuando suena uno de los timbres más populares
y todos en acto reflejo nos llevamos la mano al bolsillo o la cartera,
buscando el propio aparato.
Pero de todos, los BlackBerry merecen capítulo aparte. Enajenados y
autistas. Así he visto a muchos de mis colegas, absortos en el chat de
este nuevo invento. La escena suele repetirse.
El BlackBerry en el escritorio. Un pitido que anuncia la llegada de un
mensaje, y el personaje que tengo en frente se lanza sobre el
teléfono. Casi nunca pueden abstenerse de contestar de inmediato. Lo
veo teclear un rato, masajear la bolita, y sonreír; luego mirarme y
decir: "¿En qué íbamos?". Pero ya la conversación se ha ido al traste.
No conozco a nadie que tenga BlackBerry y no sea adicto a éste.
Alguien me decía que antes, en las mañanas al levantarse, su primer
instinto era tomarse un buen café. Ahora su primer acto cotidiano es
tomar su aparato y responder al instante todos sus mensajes. Es la
tiranía de lo instantáneo, de lo simultáneo, de lo disperso, de la
sobredosis de información y de la conexión con un mundo virtual que
terminará acabando con el otrora delicioso placer de conversar con el
otro, frente a frente.
LA MUERTE DE LA CONVERSACION
Acabo de leer en internet que a la entrada de algunos restaurantes
europeos les decomisan a los clientes sus teléfonos celulares.
Según la nota, se trata de una corriente de personas que busca
recobrar el placer de comer, beber y conversar sin que los ring tones
interrumpan, ni los comensales den vueltas como gatos entre las mesas
mientras hablan a gritos.
La noticia me produjo envidia de la buena. Personalmente, ya no
recuerdo lo que es sostener una conversación de corrido, larga y
profunda, bebiendo café o chocolate, sin que mi interlocutor me deje
con la palabra en la boca, porque suena su celular.
En ocasiones es peor. Hace poco estaba en una reunión de trabajo que
simplemente se disolvió porque tres de las cinco personas que
estábamos en la mesa empezaron a atender sus llamadas urgentes por
celular. Era un caos indescriptible de conversaciones al mismo tiempo.
Gracias al celular, la conversación se está convirtiendo en un esbozo
telegráfico que no llega a ningún lado. El teléfono se ha convertido
en un verdadero intruso. Cada vez es peor. Antes, la gente solía
buscar un rincón para hablar. Ahora se ha perdido el pudor. Todo el
mundo grita por su móvil, desde el lugar mismo en que se encuentra.
No niego las virtudes de la comunicación por celular. La velocidad,
el don de la ubicuidad que produce y por supuesto, la integración que
ha propiciado para muchos sectores antes al margen de la telefonía.
Pero me preocupa que mientras más nos comunicamos en la distancia,
menos nos hablamos cuando estamos cerca.
Me impresiona la dependencia que tenemos del teléfono. Preferimos
perder la cédula profesional que el móvil, pues con frecuencia, la
tarjeta sim funciona más que nuestra propia memoria. El celular más
que un instrumento, parece una extensión del cuerpo, y casi nadie
puede resistir la sensación de abandono y soledad cuando pasan las
horas y este no suena. Por eso quizá algunos nunca lo apagan. ¡Ni en
cine! He visto a más de uno contestar en voz baja para decir: "Estoy
en cine, ahora te llamo".
Es algo que por más que intento, no puedo entender. También puedo
percibir la sensación de desamparo que se produce en muchas personas
cuando las azafatas dicen en el avión que está a punto de despegar que
es hora de apagar los celulares. También he sido testigo de la
inquietud que se desata cuando suena uno de los timbres más populares
y todos en acto reflejo nos llevamos la mano al bolsillo o la cartera,
buscando el propio aparato.
Pero de todos, los BlackBerry merecen capítulo aparte. Enajenados y
autistas. Así he visto a muchos de mis colegas, absortos en el chat de
este nuevo invento. La escena suele repetirse.
El BlackBerry en el escritorio. Un pitido que anuncia la llegada de un
mensaje, y el personaje que tengo en frente se lanza sobre el
teléfono. Casi nunca pueden abstenerse de contestar de inmediato. Lo
veo teclear un rato, masajear la bolita, y sonreír; luego mirarme y
decir: "¿En qué íbamos?". Pero ya la conversación se ha ido al traste.
No conozco a nadie que tenga BlackBerry y no sea adicto a éste.
Alguien me decía que antes, en las mañanas al levantarse, su primer
instinto era tomarse un buen café. Ahora su primer acto cotidiano es
tomar su aparato y responder al instante todos sus mensajes. Es la
tiranía de lo instantáneo, de lo simultáneo, de lo disperso, de la
sobredosis de información y de la conexión con un mundo virtual que
terminará acabando con el otrora delicioso placer de conversar con el
otro, frente a frente.
sábado, 17 de marzo de 2012
Dicen que no hablan las plantas ni las fuentes....
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
Rosalia de Castro- 1808
lunes, 13 de febrero de 2012
Tanto tiempo....
 Llevo mucho tiempo sin escribir nada en el blog, pero es que todo lo que veo y vivo ultimamente no me da más que tristeza y sinsabor, terminamos el 2011 con pesimismo y poco que agradecerle, salvo el estar vivos y este 2012 no es mejor , añadiendo que está empeorando por momentos.
Hoy Atenas ardia y a este paso media Europa seguirá por el mismo camino, siempre dije que no interesaba a los poderes en la sombra que el € saliera adelante y el tiempo me da la razón, para una supuesta salvación de la moneda los europeos tendremos que morder el polvo y bajarnos los pantalones para que nos den bién dado.... hasta cuanto y cuando aguantaremos?? nuestros hijos educados y preparados para el futuro se encuentran sin salidas laborales y los que tenian trabajo se ven en la calle o con salarios de miseria, les reprochan que estén en casa de sus padres hasta edades avanzadas y es que no tienen más remedio; algunos de los que se independizaron están volviendo a la casa materna ( o paterna, como se quiera llamar) y a tirar de lo que buenamente se pueda enpobreciendo poco a poco a todo el pais.
Mientras los ricos son más ricos y el pobre cada vez más pòbre y los de en medio cada vez se acercan más a los segundos que a los primeros.
Tengo en mente constantemente el dicho de = " Cuando las barbas de tu vecino veas pelar; echa las tuyas a remojar ".
Hoy Atenas ardia y a este paso media Europa seguirá por el mismo camino, siempre dije que no interesaba a los poderes en la sombra que el € saliera adelante y el tiempo me da la razón, para una supuesta salvación de la moneda los europeos tendremos que morder el polvo y bajarnos los pantalones para que nos den bién dado.... hasta cuanto y cuando aguantaremos?? nuestros hijos educados y preparados para el futuro se encuentran sin salidas laborales y los que tenian trabajo se ven en la calle o con salarios de miseria, les reprochan que estén en casa de sus padres hasta edades avanzadas y es que no tienen más remedio; algunos de los que se independizaron están volviendo a la casa materna ( o paterna, como se quiera llamar) y a tirar de lo que buenamente se pueda enpobreciendo poco a poco a todo el pais.
Mientras los ricos son más ricos y el pobre cada vez más pòbre y los de en medio cada vez se acercan más a los segundos que a los primeros.
Tengo en mente constantemente el dicho de = " Cuando las barbas de tu vecino veas pelar; echa las tuyas a remojar ".
martes, 3 de enero de 2012
ADIOS 2011
Adios 2011
Adios si, en buena hora estés finiquitado, solo espero que este 2012 que acabamos de estrenar sea mejor.
Hace un año te recibía con esperanza de que mejoraras el anterior pero no, comenzaste por llevarte a alguien muy querido y terminasete de forma parecida, en el intermedio, para olvidar todo, seguiste con los problemas del 2010 acentuados y empeorando en todos los sentidos; se que no puedo culparte a ti de los fallos humanos, de los sinverguenzas, ladrones, especuladores, y politicos ineptos que gobiernan el mundo,por que lo malo es que la globalización extiende el mal desde un polo al otro, que este planeta llamado TIERRA se revele y nos trajera desgracias repartidas por todos los continentes, pero ya ves siempre hay que buscar un chivo expiatorio y te toca a ti ¡¡¡ Adios 2011 !!!
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